Pese a que ciertos grupos de intereses que han dominado la nación dominicana luego de la era post Rafael L. Trujillo, muchos de ellos visibles y agrupados en sectores "empresariales, traje militar y sotana" se han lanzado por voluntad o intimidación a aceptar a un presidente surgido de un proceso que violentó toda norma legal y moral del Estado que supuestamente es Democrático.
La realidad es que la voluntad de un hombre forzó a "papeletazo del circulante nacional comprando consciencia de dudosos instintos" a modificar la Constitución de la República para reelegirse, llegarle al precio a dirigentes del partido mayoritario de oposición en las más costosas elecciones en toda la historia del país al 2012 y utilizar todo el poder judicial subyugado al su poder político para que reconocidos corruptos se burlaran del pueblo obstentando puestos públicos, así como de famosos traficantes de los recursos del estado (OISOE), entre otros asuntos que abusan, salieran libres amparado por la impunidad que él domina y con que se gobierna una de las naciones más corruptas del hemisferio Americano. Estamos sin ambages frente a una dictadura moderna.
Qué es una dictadura
La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador) o élite, generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, en este caso por el Golpe electoral del 15 de mayo, 2016 que ha resultado con unas FARSAS ELECCIONES, que públicamente y ante los ojos del mundo, ha dado "ganador" al más ilegitimo de todos los presidents que haya tenido la República Dominicana en toda su historia, después de mal recordado Pedro Santana en 1844, con el cual puede comparársele en este siglo XXI. Ya el compañero que lo ayudó y fue traicionado vilmente como es de conocimiento público, lo ha llamado como "el Trujillo del siglo XXI" en una alocuación del 2015.
En esta dictadura moderna se le niegan y rechazan derechos igualitarios a los partidos mediante el uso y abuso de los recursos manejados por una Junta Central Electoral (JCE) con Presidente y miembros mayoritarios parcializados con el partido gobernante, indiferencia y negación al "uso de instancias al Tribunal Superior Electoral", y se manipula la información a través del control de las inversiones en propaganda pagada por el Estado como fuente principal de sustento de los diarios.
Se castigan los medios con retiro de publicidad cuando no juegan las reglas del gobierno. Existe censura y mucha auto censura con el objetivo de que la población no esté debidamente informada sobre los sucesos que les perjudican. Muchas veces el dictador suele tener ciertas características carismáticas que lo vuelven muy querido por el pueblo, pero en este caso lo que existe es una dependencia de sectores pobres de la población (41% de pobreza en RD dicen organismos internacionales) que dependen de las mismas para subsistir en su extrema pobreza.
República Dominicana hoy día retrocede democráticamente y entra en el mismo proceso de "Venezualización del país" en material de derechos civiles a los ciudadanos, en material de seguridad y de garantía a los principales derechos fundamentales que propugnan los organismos mundiales.
El que no lo crea o analice, que comience a observarlo a partir de la manipulación vergonzosa de las elecciones del 15 de mayo del 2016.